Europa es el segundo continente más pequeño en términos de superficie, que abarca alrededor de 11 000 000 km cuadrados o el 2% de la superficie del planeta Tierra y alrededor de 6,8% del total de las tierras emergidas. Alberga un gran número de estados soberanos, cuyo número exacto depende de la definición de la frontera de Europa, así como de la exclusión o inclusión de estados parcialmente reconocidos. De todos los países europeos, Rusia es el mayor en superficie, mientras que la Ciudad del Vaticano es el más pequeño, no sólo de Europa, sino también del mundo. Estos países son también el más y menos poblado de Europa respectivamente.
OBSERVEMOS AHORA LOS MAPAS DE EUROPA SIGUIENTES EN LOS AÑOS 1890, 1990, y 2012 RESPECTIVAMENTE.
EUROPA 1890
EUROPA 1990
EUROPA 2012
De estos mapas podemos obtener varias observaciones y conclusiones, pero sin duda, la más notable sería la continua aparición de nuevos países. Nos encontramos hoy día, en 2013, ante una Europa de 50 países y 14 regiones o estados no reconocidos e independientes tales como Kosovo, Gibraltar, Abjasia, Transnistria, Osetia del Sur, etc. Posiblemente algunas de estas regiones sean ya estados reconocidos en un futuro 2100, y se les hayan unido regiones como Catalunya, País Vasco, Córcega o Escocia, aun no independizadas de sus respectivos países pero que comparten un mismo poder, una lengua propia. Hay muchos motivos para querer ser independiente o sentirte identificado con tu país, pero el más fuerte junto a la religión se trata de una lengua propia que te haga diferente del resto del estado y te haga sentir de un modo especial. Como dijo una vez Miguel de Unamuno "La sangre de mi espíritu es mi lengua, y mi patria es allí donde resuena."
¿Será posiblemente Europa una futura unión de pequeños estados en 2100? ¿Seguirá el curso de la historia o las leyes de la UE impedirán una continua ruptura de sus estados miembros? ¿Existirá un antes y un después con la UE? ¿Será la UE ahora capaz de unir decenas de países que a lo largo de la historia han estado en conflicto, por motivos de lengua, moneda y religión?
En opinión propia, es posible que aquél oftalmólogo polaco llamado L.L. Zamenhof, no estuviera tan loco al pretender unir al mundo bajo una misma lengua, el esperanto, la lengua de la esperanza que pudo haber cambiado el rumbo de la historia y que ha ido quedando un poco en el olvido. No le faltaba razón a Alfred de Musset cuando dijo "El único idioma universal, es el beso."
